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20 JUL 2022

Nasazzi, Arispe, la Copa y el Uruguay

Una particular historia que vincula a estas figuras del fútbol uruguayo con motivo del cotejo entre Bella Vista y Rampla Juniors

Cuando este miércoles se juegue la etapa de más partidos por un mismo campeonato en la historia de la AUF, la Copa Uruguay no sólo tendrá unos cuantos clasificados más a segunda fase, sino que además habrá de tener el primer enfrentamiento por este torneo entre campeones uruguayos. Será el partido entre Bella Vista y Rampla Juniors (correspondiente a la Región Sur Metropolitana).

 

Rampla fue campeón Uruguayo por única vez en 1927, capitaneado por Pedro Arispe, en el torneo de más clubes de la historia de la primera división (20), o sea que lo ganó jugando 38 partidos, y Bella Vista, 63 años después, dio su vuelta olímpica en el José Nasazzi cuando se coronó como el mejor del Campeonato Uruguayo de 1990.

 

El partido iba a ser jugado en cancha de Bella Vista, en el estadio Nasazzi, y si se jugara en la de Rampla, sería en el Olímpico Pedro Arispe, pero, sin embargo, se jugará en el Parque José Gervasio Artigas de Las Piedras.

 

¿Qué tienen que ver José Nasazzi y Pedro Arispe? Fueron compañeros de zaga en los hitos mundiales de Colombes 1924 y Ámsterdam 1928, y tienen bastante que ver en la forja del imaginario colectivo del Uruguay como nación en el siglo XX. Cuando los Juegos Olímpicos de París en 1924, en la imponente irrupción del fútbol uruguayo en el fútbol mundial, ambos tenían 23 años, y lideraban desde su área a un equipo que hizo historia no sólo en la cancha.

 

Nasazzi y Arispe no sólo fueron campeones, no sólo inventaron la vuelta olímpica sino que desde su juventud y liderazgo aportaron a la forja de la nacionalidad a los criollos, y los miles de descendientes de europeos que poblaban nuestra tierra, que a través de aquellos logros definitivamente se sintieron uruguayos.

 

La cultura del fútbol tiene su soporte en Uruguay, y fueron los uruguayos los que generaron, inventaron el símbolo de victoria de una competencia o torneo. Es posible que sea un emergente del inconsciente colectivo de una nación tan joven que incluso, para muchos, marca alguno de sus hitos fundacionales justamente ahí: los olímpicos, la vuelta, la gloria.

 

Que en la Copa Uruguay se junten los equipos de Nasazzi y Arispe tiene un simbolismo muy grande, como cuando jugaban juntos, y el capitán le pedía “¡Rompa fuego Indio!,  o Arispe le indicaba “¡Cabecita Terrible!”.

 

De don José Nasazzi sabemos cuánto hizo por el Uruguay. De Pedro Arispe, el Indio, tal vez sepamos menos, pero Julio César Puppo, El Hachero, nos legó a perpetuidad el concepto de patria que acuñó el Indio Arispe para siempre: “Para mí, la patria era el lugar donde, por casualidad, nací. Era el lugar donde trabajaba y se me explotaba… ¿Para qué precisaba yo una patria? Pero fue allá, en París, en Colombes, en los Juegos Olímpicos de 1924 donde me di cuenta cómo la quería, cómo la adoraba, con qué gusto hubiese dado la vida por ella. Fue cuando vi levantar la bandera en el mástil más alto. Despacito, como a impulsos fatigosos. Como si fueran nuestros mismos brazos, vencidos por el esfuerzo, agobiados por la dicha quienes la levantaron. Despacito. Allá arriba se desplegó violenta como un latigazo y su sol nos pareció más amoroso que el de la tarde parisién. Era el sol nuestro… Abajo, las estrofas del himno que llenan el silencio imponente de muchos miles de personas sobrecogidas por la emoción. ¡Entonces sentí lo que era patria!”.

 

Por la Copa Uruguay juegan Bella Vista y Rampla Juniors, Nasazzi y Arispe y tiene que ver con lo que nos involucra como nación a través del fútbol, y tienen que ver con el Uruguay, con la copa, y con el fútbol.

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